Segmento de vida que viene y va, que desaparece en la niebla de la mañana y aparece en la oscuridad de la noche. Sigilosa, precisa, perversa e inocente.
Siempre supo que esa delgadísima línea oscura separaba la vida real en libertad, de la represión en un mar de adormidera y olvido.
Aún le quiero tanto, aún me duele tanto. Pero es hora de vivir, de poner alas de luz a mi vida.