Como seguramente sabéis, la legislación española (y de otros muchos países) no permite hacer publicidad de un producto o servicio usando como recurso criticar o cuestionar expresamente a la competencia.
Se supone que se hace para evitar la competencia desleal.
Al menos de forma explícita, porque todos hemos visto campañas que iban claramente dirigidas contra un marca aunque no la mencionaran directamente.
Esto no es así en Norteamérica, por ejemplo, donde este tipo de campañas son habituales, como podréis ver en :
La guerra de publicidad entre marcas de coches, más viva que nunca.
Aunque no es necesario atacar a la competencia para diseñar una campaña imaginativa y original, como esta de Audi:
Pero siempre tienes la oportunidad de trolear a tu competencia directa si tienes un poco de imaginación, recursos y, por qué no, una buena dosis de «mala leche» y de sentido del humor, como «Cuando Opel troleó a Volkswagen«:
Te presentas en una de las mayores convenciones mundiales de fans, frikis y seguidores de Volkswagen; le regalas a la gente unas gafas de visión 3D y les prometes que, cuando lleguen los fuegos artificales, van a disfutar de una estupenda, única y novedosa experiencia 3D.
Y esto es lo que sucede:
Seguramente hay buenas enseñanzas que extraer de estos casos.
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