12 de octubre del 99
Manuel:
¿Te acuerdas que en el verano del 78, advertimos por entre
los matarroles, de allá de la casa de tu tío Don Julio, algo que era como una sombra, o como una luz
que llevaba igualmente sombra? ¿Te acuerdas de eso raro?
Yo no me acordaba, ni siquiera tenia guardados en la
memoria, los olores; ni los de la tierra mojada, ni los del rocío,
aún ni los de tus manos sudorosas sobre el tallo maligno que te lleno de
ampollas las palmas, ¡eres tan idiota!, Cuantas veces quisiera saber, te he dicho que las plantas con vellosidades
producen cierto veneno, dependiendo del orden al que pertenezcan, pero no, tú
eres obstinado, en fin, tú, no eres en
si el motivo, sino la sombra con luz.
Te decía, entonces, que si te acordabas. Bueno pues hace
como tres meses, estaba en el parque Gûell, con Luis, hibamos como normalmente
lo hacemos, caminando acompasadamente de la mano, mirando a todos, y besándonos
apasionadamente un poco mejor que acompasadamente, en fin, todo hiba perfecto,
y algo, no de repente como suelen suceder esas cosas del inframundo y
manualidades del estilo gitano mal vendido, o peor, las de la abuela, no, esto
sucedió como traspasando la eternidad, descontroló la medida, por unos momentos
no hubo instantes, entonces; mira, si me pierdo en la narración es porque me
atormentan tantas ideas que me descontrolo en la descripción de mis sentimientos y lo real, que no se si
era real, ¿me entiendes un poco ahora?
Hibamos de la mano, y una luz me penetró los ojos, entonces
solo ví sombras, o mejor, no veía, un terror me envolvía, me sentí nauseabunda y desquiciada, después
pasó, ya no estabamos de la mano, Luis
estaba reclinado en una de las bancas circulares, parecía dispuesto a vomitar, le pregunté que si que había
sentido él, me dijo que yo me convulsionada y le decía obscenidades, bueno
respuesta, noo?
Me reí mucho, era gracioso en ese momento para mí, su
actitud, simplemente había sido algún síntoma más del SIDA y ya luego con el
tiempo me enteraría de las consecuencias, mientras para que mezclarme más con
la enfermedad.
Días pasaron, seguí
con mis clases y mis atroces deslices. ¿Sabes ya que la abuelita anda con un
tipín de estilo “oriental”? Creo que los abuelos del señor Yai Takeshita, eran
de una isla pequeñita Tsushima, algo
así, al sudoeste de Japón; él es muy
interesante y pareciera como si la abuela comenzara de nuevo con todo, claro,
no deja sus confesiones morales, y ese tipo de cosas que sabes le gusta
inculcarme. Luis y yo estamos mas que felices, realmente valoro su fuerza para
enamorarse de mí, casi a diario viene a
verme, últimamente me he sentido un poco desgastada y no me dan ganas de salir
a antros o a lo de antes.
Ayer por la noche, fuimos al parque, pero yo sé que no es el
parque, y tú lo sabes también, he pensado que eres un maricón, pero por ello decidí ser yo quien te invitara a
dialogarlo.
Nos sentamos en una banca y estabamos platicando su tema favorito, debes de recordarlo muy
bien, puesto que en la reunión para el cumpleaños de Malena, los vi juntos sentados
y él tenía esa cara de incentivo parlante, y tú algo parecido a la mía, ese día
en el parque, en fin; estabamos ahí, él y yo, de pronto decidí ir a caminar él
no quiso acompañarme, estuve andando
como, que será, 20 minutos y cada uno
que corría volteada hacia atrás porque podía percibir perfectamente el perfume
de Luis, pero simplemente no estaba, luego como a los 10 minutos ya no era sólo
su olor, era también el del rocío de la noche en el rancho, y era tu sudor, no
lo soporté, y como ya sabes como soy, pues comencé a correr, según yo, corrí.
Me levanté en el cuarto azul, con una bata de seda perla, y
con la cara de Rosita entre mis manos; sé dio cuenta que me había levantado, me
besó y salió del cuarto; al momento, entró la abuela y Luis, juntos, ¿lo crees? Y de la mano, parecían
pareja y atrás por supuesto el señor Yai, me miraron solemnemente y me dijeron
casi a coro que me amaban, volví a reírme, es como si le hicieran culto a la
muerte, después, salió la pareja y me quedé con el señor Yai, él no me tomó la
mano, ni mucho menos me besó.
Puso sus manos como a
10 centímetros de mi abdomen y
comenzó a moverlas en forma vertical,
no sentía nada, luego las subió a mi cabeza y realizó el mismo movimiento
repetidas veces, entonces si, algo salió de mis manos, mas bien no salió, las comencé a sentir pesadas y endémicas, no
eran las mías, te lo puedo jurar, eran diferentes hasta fisiológicamente,
querían arrancarme las ropas, querían arrancárselas a todo, no se, sentía como
una especie de fobia a las telas, a lo cubierto, una fobia que rayaba en la
violencia, comencé a rascarme, no quería mi piel sobre mi, la necesitaba fuera, lejos, si no, era como si me tuvieran
costurada la nariz o la vagina, fue un algo muy difícil, lo último que ví, fue
un poco de sangre en mis uñas y la cara del señor Yai.
Son las 11:40 p.m.,
recuerdo todo como te habrás dado cuenta, pero no sé que pensar, el SIDA
no atrofia así, necesito tu voz, y la necesito ya, espero tu respuesta, porque
no sé si el demonio me consuma o me
ayude. No se como responderle.
Besos y saludos a las niñas, los
amo.
Nazhja.
30 de octubre del 99.
Querida Nazhja:
¿Cómo es que te encuentras en ese deterioro? Necesitas
relajarte, mira que las cosas no son tan difíciles, porque no planeamos un
encuentro para platicar tranquilamente, podría ser en el parque o hasta en casa
del Tío Julio, ¿sabes que hace como 1 mes y medio falleció, dejó una buena
herencia y yo tengo la opción de escoger la casa, es muy hermosa y está tan
bien amueblada, tan confortable, que sería una magnifica opción para que las
niñas pasen su tiempo en contacto con la naturaleza y no sé, yo pueda disfrutar
mas tiempo de su desarrollo, realmente lo he estado meditando mucho, aunque claro no me caería mal, algo de
efectivo, necesitamos un carro, así podría ir a verte los fines de semana, ¿que
tal? Y ya no te sentirías tan sola, sería genial ¿no?.
Sobre lo de tus desvaríos, por favor, Nazhja, siempre te ha
gustado buscarle rasgos ocultos a cualquier niñería, piensa con la cabeza,
debes de darte cuenta que tu condición física va en decadencia, que ya no eres
la misma de hace un año, antes existían posibilidades ahora sólo hay un hecho y
debes de aferrarte a el para poder continuar con tu vida dignamente. No
creo en absoluto nada y a mí ni
siquiera se me ha aparecido un gato negro. Quisiera poder acertar contigo,
porque se como te sientes, pero ¿no es mi deber ayudarte? Me siento responsable
de ti, te quiero tanto que a veces no se como manejarme para que notes que sólo
me preocupo.
Por acá las cosas de maravilla, bueno he tenido algunos
problemas con Victoria, pero nada
irresolvible, ya sabes esas ideas algo paralelas a las tuyas, solo que ella
con la libertad que por supuesto ella misma se permite, en fin, ese es el punto, que no se da cuenta
de que yo existo como su esposo, su amante, su todo, y no me toma como parte de
sus decisiones, claro que he tratado de ser condescendiente, pero de repente
exploto, como todos.
Las niñas, hermosisimas, Pamela esta inmensa y los ojos cada
vez mas avellana, dice que quiere ser piloto y así ella va a lograr penetrar
las nubes para así exprimirlas bien y no permitir que el mundo se seque, tu sabes esté terrible problema de la
contaminación, hasta a los niños les tiene atareadas las mentes, por un lado
está bien que tengan idea de cómo es la vida real. Además, Pamela es muy
inteligente.
María Fernanda, no deja de hablar, dice groserías como una
gran piruja, batallo mucho con ella, ayer mientras desayunaba para irse al
kinder, saco de su mochila su cuaderno ese donde siempre hace “anotaciones” y
dibujos, y me mostró uno tan raro, volaban pájaros sin alas y en cada una de
las pezuñas se apreciaban formas amorfas que ella me describió como sus armas.
Y yo le pregunte -¿y para qué pueden querer armas los animales?- Ay papá a
veces no te das cuenta de nada ¿verdad? Éstos, no son animales como los
que vemos en el aire, éstos son unos
que vuelan cuando yo sueño, y usan armas para protegerse de alguien. Ellos
nunca salen al mundo, solamente están en mis dibujos o tú ya los habías visto.
Me causa gracia esa capacidad suya de inventar, pero a veces
si creo que es rara, dice cosas que no sé como las puede crear.
Bueno pues esas son las últimas noticias familiares, estamos
bien como habrás notado, mira, que te
parece si me comunico contigo tan pronto tenga algo decidido, de cualquier
forma si necesitas algo o te sientes mal, llámame tú; claro, que si sigues con
tu lapso esquizofrénico pues escríbeme,
aquí estaré.
Besos Nazhja.
Cuídate mucho.
Te quiero.
Manuel.
12 de noviembre del 99.
Sr. Manuel:
Me comunico con usted a través del Sr. Miguel Caparroso, ya
que mi conocimiento gramatical en el extenso español, es tan limitado que no se
como decirle que Nazhja está enferma, no de la manera que usted cree, esto es
diferente.
Yo soy Yai Takeshita, amigo y ahora la persona a cargo de
Nazhja, sé que su intriga sobre mi persona mas que extensa es concreta, le
interesan mis porqués y mi esencia, pero me temo que en este caso no soy yo en
realidad el centro de nada.
Quiero decirle que mi única intención es lograr una mejora
en ella, visualizar entonces, a través de usted lo que la tiene en este estado. Necesito entablar comunicación
directa con usted de la manera que usted decida, pero pronto y que sea concisa, quiero que recuerde y memorice
cada uno de los eventos que vivieron juntos y con quienes mas, señas
particulares de ellos, incluso expresiones, el evento en el que se desarrolla
su acción y los porqués de la acción, dese cuenta que necesito su cooperación
dedicada.
No quiero pero le repito que deje a un lado sus cuestiones y
se concrete en lo que le solicito, cuando exista tiempo platicaremos, ahora no
lo hay.
Sin mas, me despido esperando de usted lo mas, muchas
gracias, que pase un día bueno.
Yai Takeshita.
Yai Takeshita
28 de noviembre del 99.
S.TAKESHITA:
Como
puedo comenzar éste mensaje, me siento agraviado y preocupado a la vez. A como
usted plantea las cosas, pareciera que Nazhja no sólo muere por loca, sino que
la locura se une como una enfermedad más.
¿Qué
puedo decir yo que la conozco como a pocas personas?
Todo
y nada, porque lo que ha pasado sólo repercute entre nosotros dos; usted sale
sobrando, usted, no sé que es lo que hace en nuestras vidas, y yo estoy seguro
que esto no es cuestión azarosa, mi abuela no se lo encontró a usted entre las
verduras por las calles del mercado, ahora me toca a mí cuestionar, aunque lo
apremie el tiempo, de cualquier forma, yo nada puedo afirmar.
¿Quién
es usted? ¿Qué busca? ¿Qué quiere?
Manuel García.
15 de diciembre del 99.
No
pienso en usted como un amigo o individuo de confianza, sólo requiero sus conocimientos
porque la situación es grave y Nazhja cada vez pierda mas posibilidades.
Ella
con dificultad me ha narrado los últimos sucesos pero no recuerda ninguno
anterior al mes de junio de este año, como entenderá, es escasa y poco
detallada.
Me
permito informarle que sucede, ya que no creo en su palabra para con ella, y sé
mejor que nadie, quien es usted.
¿Usted
mató a su tío?
Sé
de sus planes y de sus tragedias amorosas, sé de donde viene y de los
artificios de que se ha valido, pero le suplico que sea misericordioso, con
usted y con la gente que lo ha ayudado ha estar en donde cree estar.
Yai Takeshita
30 de diciembre del 99.
No
hay nada debajo de mí.
Lo
que sabe me es indiferente, pero de cualquier forma me confieso asesino y
defensor.
Lo
que he hecho lejos de ser artificios, como usted los nombra de manera
despectiva son casi lo mismo que usted ha hecho para saber quien soy, la
señorita Muerte es amiga de todos, el método y el nombre lo elegimos
individualmente pero el resultado es igual, yo la llame Belcebú, usted la llamó
Buda, es igual.
Ahora
bien, un demonio no soy, si así me considera, las alucinaciones de Nazhja no
son producto de un proceso de enajenamiento, mi estilo es recatado y fashion,
lo que ha Nazhja la tiene así es el consumo sobrehumano de drogas tanto prescritas,
como ilegales. ¿Acaso no la conoce?
Mi
función fue única y exclusivamente transaccional, y no crea que di el alma,
pero en fin, eso no le incumbe.
Nazhja
durará unos tres meses mal, es decir en ese estado de estupor y alucinaciones,
quizás se agravie, pero eso será ya consecuencia ineludible del SIDA, pronto morirá,
y su cuerpo descansará entre las manos de la Señorita.
Tranquilo
que la vida es de pocos, y así seguirá siendo, por los siglos de los siglos.
Manuel García.
No
sé ni como iniciar, ni a que aludir primero, estoy destrozada, tanto que siento
que mi cuerpo puede explotar en cualquier momento, o algo así, no sé ni como explicártelo.
Si
te enteraste, tenía una relación, digamos amorosa, con un señor llamado Tai
Takeshita, él es oriental y llegó a mi vida de una forma maravillosa, como un ángel
llega a los brazos de Dios, pero de la
misma forma se fue, murió ayer por la tarde junto con Nazhja.
Murieron
juntos, de una forma inexplicable e inesperada, ninguna de las dos muertes
tiene coherencia, (como si la muerte alguna vez la hubiera tenido) estoy
devastada, no sé que me hace sentir peor, ni como decírtelo a ti.
Sólo
te digo, que las cosas terminaron mal, y sin explicación.
Te
espero para el entierro, es éste fin de semana.
No
traigas a las niñas.
La abuela.
Olga Zurita 2002 ©