- Cuando los romanos empezaba por
Ce. El nombre, claro. Lo de
la Zeta vino mucho después.
¿Cuántas ciudades conoces tú que
comiencen con Zeta? Ya, claro,
además de Zamora. - A ver...
Za, Zarcelona. - No vale.
- Ze, Zeviílla, claro. - Tch, tch!
- Zi, zii ... no sé, a ver otra.
Zo, Zórdoba. - Oh, Oh...
- Zu, Zurgos. - Vale de desatinos.
Qué atrevimiento, qué osadía.
- Mira, mira: Zamplona, Zalmería,
La Zoruña, bueno, menos “la”.
¿Valen también las que acaban?
BadajoZ. - No, no valen. - Bueno,
pues Zadajoz. Esta empieza y
acaba. Y si quiero, también
todas las
de la “S”...
El zafio
zagal le hizo una zalema a la moza,
calzó los zuecos
y zumbando de gozo llegóse a la Zuda por la plaza. ¡Falaz
zagala me zahirió! Me zampo el lanzón y que le zurzan.
R. B. Díaz. 2002. ©