Tel Aviv

 

En estos tiempos de guerra
le gustaba pensar en tubos de pintura
al óleo,
modelos desnudas, cajitas de rapé y
París en la tarde lluviosa
Le gustaba pensar en absenta, prostitutas
podridas que transmitían cosas
que entonces se trataban con mercurio,
y una cena elegante (más o menos);
vino rojo, medias negras, zapatos
de tacón y voces de vainilla
En estos tiempos de jodida guerra,
cuando compraba cereales o fruta
-muy buena para el vientre-
miraba al cielo y pensaba en la tarde lluviosa de París
y pensaba no quedará ninguno
mientras yo pueda empuñar un arma
larga o corta, y volvía a los sombreros rarísimos,
las mujeres desnudas y las cajas de absenta,
botellas de rapé y colores al óleo en un plato de sopa.
Cuando estalló aquella mujer gorda
(extrañamente gorda)
al limpiar encontraron un ojo
donde se veía -si se fijaba uno-
una mujer de cabello pelirrojo
que se secaba un pie.
Una mujer se lo llevó -ese ojo-
a su marido (el marido de ella)
porque no pueden enterrarnos si
faltan algunas partes del cadáver.

 

Elías F. Gómez García. © 2004

 

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