Paloma en la escalera

 

Subió las escalera de incendios la paloma

ennegrecidos barrotes de hierro

inutilmente atados al ladrillo

línea de fuga fantasmática

temor de invasión indeseada

enrejado cálido en los días de otoño

juguete de palomas y gorriones.

 

Del parque próximo ha venido

la paloma de alerón añil

brincó al segundo,

rozó breve el escalón

voló imperceptible al tercero

surcando la mañana quieta de octubre

 

Ráfagas deshilachadas de espuma

de algodón rodante y hueco,

sobre los grises tejados

de hierro y concreto deslavado

se encadenan

en un fondo de azul cobalto

en la hora del aun-es-tiempo

o el ya-es-muy-tarde

para todo o casi nada,

y en ese destiempo carcelario

de un balcón con escalera incendiaria

de súbito suena

a romper el sutil silencio

del patio entristecido

por la ausencia o el lamento

un chirriar de barrotes roñosos

que preceden nada más y nada menos

una antigua escena ya olvidada:

una mujer sacude un mantel a cuadros.

 

 

Edelina Valles © 2002

 

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